Lo siento, se que este post debería haber llegado hace por lo menos dos semanas, pero la vida es dura y entre clases mañaneras, clases por la tarde y curro uno no tiene tiempo ni para escriir en su blog por más que le duela, así que aquí está la solución: en vez de dormir escribo a las 2,30 de la mañana este pequeño resumen que espero poder ir ampliando con enlaces a críticas de las películas, vayamos a la sección oficial:
¿Pero en qué piensa el jurado?, ¿no, en serio Pandora´s box era la mejor película de la sección oficial? Un drama sobre una familia con mucho que decirse entre ellos pero que nunca se atreven (una constante en el festival de este año) con el tema del alzheimer de fondo y con una veterana actriz robando corazones y por supuesto conchas de oro, porque este filme no pasa de ser una correcta película destinada al olvido, puestos a premiar familias con secretos hubiera sido más entendible premiar a la gran favorita Still Walking de Kore-Eda que se fue de vacío.
Entendible es el premio a Winterbottom por su particular visión del duelo de una familia destrozada por la perdida de la madre en Genova, el británico nos matiene en un estado de alerta constante, con una sensación de tragedia permanente para mostrarnos el estado de sus 3 personajes, comandados por un sobrio Colin Firth merecedor de la concha al mejor actor que fue a parar al protagonista de El Nido Vacío.
En la categoría de mejor actirz tenemos el premio más cantado de la semana Melissa Leo inconmensurable en Frozen River, la mejor película de una pobre sección oficial, y que compartió (aunque Jonnathan Demme se hiciera la picha un lío para decir que eran dos conchas y no un mero ex-aequo) con la anciana de Pandora’s Box que según este jurado se lo merece más que Verónica Echegui o cualquiera de las geniales protagonistas de El Patio de mi Cárcel, tierna apuesta española que encandiló al público ( y confieso que a mí también).
Acabar comentando la película polémica de la semana: Tiro en la Cabeza de Jaime Rosales. Experimento fílmico que fue alabado por los críticos mas sesudos pero que para el que esto escribe resulta extremo y consigue el efecto contrario al perseguido, el espectador se distancia y desconecta de una película sin diálogos, rodada sólo con sonido ambiente y desde la distancia. Es de agradecer que haya realizadores como Rosales que se arriesguen en construir nuevos lenguajes, pero en este caso su apuesta ha sido excesiva y fallida.
Fuera de la sección oficial disfruté de las cuatro mejores películas de la semana Rachel Getting Married de Jonnatahn Demme, Entre les murs de Laurent Cantet, Happy-Go-Lucky de Mike Leigh y Burn After Reading de los hermanos Coen, hablaré de las dos primeras para escribir crítica de las otras dos que ya se encuentran en cartelera.
En Rachel getting Married nos encontramos otra historia de familias separadas por una tragedia y que han echado tierra encima para cubrirla pero tarde o temprano toda la mierda les salpica en su cara, lo verdaderamente interesante de la cinta es el modo en que Demme nos plasma esta historia en un estilo cercano al Dogma, con música diegética, unas cuantas escenas de quitar el hipo y una Anne Hathaway maravillosa candidata desde ya al Oscar por bordar a la rehabilitada Kim.
De Entre les Murs decir que debería ser obligada su visión en todos los colegios del mundo, quizás algo cambiaba, historia sobre un instituto en los que la mayor parte de los alumnos son inmigrantes Cantet disecciona la educación y a la sociedad actual a través de las clases de un profesor de literatura y las fieras a las que intenta enseñar algo más que libros. Alejada del tópico hollywoodiense la película se desarrolla sin juzgar a nadie, el espectador es un alumno más en esa clase en la que todos cometen errores (incluídos los profesores) y las decisiones de los maestros pueden tener un peso importante en la vida de los almunos. Una joyita merecedora de la palma de oro en el pasado festival de Cannes.
Y nada más por el momento, esperar a tener más tiempo libre y a que llegue la Seminci, y espero que con ella alguna visita desde Donostia.
Otro cine es posible 
